Creo que esta es una de las cuestiones que más dolores de cabeza causa a la hora de elegir un buen tinte para el cabello. Esta es precisamente la mayor diferencia que puede haber entre los tipos de tintes.
El amoniaco es un gas poco perceptible ya que es incoloro a la vista pero que emite un fuerte olor. Es introducido en muchos tintes de pelo profesionales porque existe la creencia que brinda mejores resultados para cierto tipo de cabellos. Además, se evapora rápidamente.
Por otra parte, este elemento puede resultar agresivo para otros tipos de cabello. De aquí precisamente siempre surge la duda si elegir el tinte con este componente o no. Se dice que el amoniaco ayuda bastante en la fijación del color y resultados con mas brillo luego de la aplicación. Esto es excelente para la durabilidad y ayudar a cubrir canas de manera eficiente.
En cambio, los tintes sin amoniaco resultan menos agresivos para otros tipos de cabellos, y reemplazan el amoniaco con otros componentes. La durabilidad se dice que es menor, pero, a decir verdad, la tecnología implementada en los tintes actualmente ha reducido considerablemente esta brecha de tiempo. Se puede decir que la diferencia es prácticamente inexistente
En la actualidad, con algunas de las mejores marcas de tintes para el cabello la diferencia realmente no existe. Aparte de esto, ambos tipos de tintes suelen venir con tratamientos capilares para dejar el cabello hidratado y muy brilloso. Aunque en esto último los tintes sin amoniacos son un poco superiores.